Los Tres Cerditos

Origen: Inglaterra (Variante popular)

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Había una vez tres cerditos que eran hermanos. El cerdito mayor era responsable y trabajador, pero sus hermanos siempre estaban holgazaneando y preferían jugar a realizar sus tareas. Su vida podría ser tranquila y feliz, de no ser por el lobo feroz, que siempre que tenía hambre intentaba comérselos. Ante el temor de que un buen día el lobo les pillara desprevenidos y decidiera merendárselos, plantearon un plan:

Construiremos una casa, así podremos meternos dentro cuando venga el lobo y estaremos a salvo de sus fauces. - dijo el mayor de ellos.

A los otros dos les pareció una buena idea, y se pusieran manos a la obra, cada uno construyendo su casita. El cerdito mayor, siempre tan responsable, se puso manos a la obra de inmediato, pero sus hermanos preferían pasar más tiempo jugando que levantando la casita. Cada uno de ellos tenía una idea de cómo sería la suya:

La mía será de paja - dijo el más pequeño -, la paja es blanda y se puede sujetar con facilidad . Terminaré muy pronto y podré ir a jugar.

El hermano mediano decidió que su casa sería de madera:

Puedo encontrar un montón de madera por los alrededores, - explicó a sus hermanos, - Construiré mi casa en un santiamén con todos estos troncos y me iré también a jugar.

El mayor decidió construir su casa con ladrillos.

Aunque me cueste mucho esfuerzo, será muy fuerte y resistente, y dentro estaré a salvo del lobo. Le pondré una chimenea para asar las bellotas y hacer caldo de zanahorias.

Cuando las tres casitas estuvieron terminadas, los cerditos cantaban y bailaban en la puerta, felices por haber acabado con el problema:

-¡No nos comerá el Lobo Feroz! - ¡En casa no puede entrar el Lobo Feroz!

Y, de repente, de detrás de un árbol grande surgió el lobo, rugiendo de hambre y gritando:

Cerditos, ¡os voy a comeeeeeeer!

El cerdito más pequeño, asustado, corrió hacia su casa de paja. El lobo sopló con fuerza y la casa se derrumbó. El cerdito salió corriendo hacia la casa de madera de su hermano mediano. El lobo sopló con más fuerza y la casa de madera también se derrumbó. Los dos cerditos corrieron hacia la casa de ladrillos del hermano mayor. El lobo sopló y sopló, pero la casa de ladrillos no se movió ni un centímetro. El lobo, cansado y hambriento, se fue a buscar comida a otro lugar.

Los tres cerditos se dieron cuenta de que el trabajo duro y la perseverancia habían dado sus frutos. El cerdito mayor les explicó que si hubieran trabajado juntos y construido una casa fuerte desde el principio, no habrían pasado tanto miedo. Los tres cerditos aprendieron la importancia del trabajo en equipo y la planificación, y vivieron felices para siempre.

Moraleja: El trabajo duro y la perseverancia son fundamentales para alcanzar nuestros objetivos. Si trabajamos juntos y planificamos bien, podemos superar cualquier obstáculo que se nos presente. 🐷🐷🐷

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