El Mito de la Pachamama
Origen: Bolivia (Variante popular)
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Hace mucho tiempo, en las vastas tierras de los Andes, existía un mito sagrado que hablaba de la Pachamama, la madre tierra que cuidaba de todos sus hijos con amor y generosidad. En ese lugar mágico, donde las montañas besaban el cielo y los ríos tejían historias en sus aguas cristalinas, vivía una comunidad que veneraba a la Pachamama como la fuente de toda vida.
Los aldeanos creían que la Pachamama les proveía de alimentos, agua y protección. Cada año, celebraban rituales para agradecer a la madre tierra por sus dones y renovar el vínculo sagrado entre ellos y la naturaleza. Sin embargo, un día, la codicia y la ambición nublaron los corazones de algunos habitantes.
Un grupo de aldeanos, cegados por el deseo de riqueza y poder, decidió explotar los recursos de la Pachamama sin pensar en las consecuencias. Talaban árboles sin medida, contaminaban los ríos con desechos y desafiaban las leyes naturales que habían regido la armonía en su comunidad durante generaciones.
La Pachamama, observando con tristeza la destrucción causada por sus propios hijos, decidió manifestarse. En una noche estrellada, la diosa de la tierra apareció en los sueños de un joven llamado Kusi. Le habló con ternura y le reveló la peligrosa dirección que su pueblo había tomado.
Kusi, sintiendo la urgencia de actuar, compartió el mensaje de la Pachamama con los ancianos y líderes de la comunidad al día siguiente. Les advirtió sobre las consecuencias de sus acciones y les recordó el lazo sagrado que compartían con la madre tierra. Sin embargo, muchos desestimaron sus palabras, aferrados a sus deseos egoístas.
Decidido a salvar a su pueblo, Kusi se embarcó en un viaje solitario hacia las cimas de las montañas, donde se decía que la Pachamama residía en su forma más pura. Durante su ascenso, enfrentó desafíos y tentaciones que pusieron a prueba su dedicación a la causa. Pero Kusi perseveró, guiado por la sabiduría de la diosa que lo acompañaba en espíritu.
Finalmente, alcanzó la cima más alta, donde la Pachamama se manifestó ante él en todo su esplendor. La diosa le habló con voz serena, el viento llevaba sus palabras como susurros que acariciaban los oídos de Kusi. Le encomendó la misión de regresar a su pueblo y liderar la reconciliación con la naturaleza.
Kusi descendió de la montaña con un mensaje de esperanza y cambio. Al llegar a la aldea, compartió su experiencia y la guía de la Pachamama con su gente. Aunque algunos todavía resistían, muchos comenzaron a comprender la importancia de vivir en armonía con la tierra.
La comunidad se unió en un esfuerzo colectivo para restaurar la relación con la Pachamama. Plantaron árboles, limpiaron los ríos y adoptaron prácticas sostenibles. Con el tiempo, la naturaleza respondió con gratitud, devolviendo la fertilidad a la tierra y la pureza al agua.
La moraleja de este mito es clara: la codicia y la falta de respeto hacia la naturaleza solo conducen a la destrucción. La Pachamama nos enseña que vivir en equilibrio con el entorno es esencial para la supervivencia y la prosperidad. Debemos recordar que somos guardianes de la tierra y que nuestras acciones tienen un impacto duradero en el mundo que compartimos con otras formas de vida.Mira más cuentos